Depende de nosotros estar atentos y escuchar el mensaje, ya que, en algunas oportunidades por no oír, equivocamos el camino.
En el Segundo Libro de Crónicas hay dos pasajes que hacen referencia a cuando no queremos escuchar los mensajes de Dios.
Registra la Biblia en el capítulo 25, que el Rey Amasias no tuvo un corazón perfecto delante de Dios, por lo cual se enojó mucho el Señor, quien le envió un profeta para que le preguntara: —¿Por qué acudes a dioses que ni siquiera pudieron salvar a su propio pueblo de tu mano? Sin embargo, el Rey no quiso oír, por voluntad de Dios, quien ya había determinado destruirle por no haber escuchado su consejo.
En el capitulo 36 durante el reinado de Sedequías encontramos otro ejemplo: El SEÑOR Dios de sus antepasados les mandaba constantemente advertencias a través de sus mensajeros porque tenía compasión de su pueblo y del lugar donde él moraba, pero ellos se burlaban de los mensajeros de Dios, despreciaron sus mensajes y se burlaron de sus profetas, hasta que finalmente el SEÑOR descargó su ira contra su pueblo y ya no hubo remedio.
Repetidas veces el Nuevo Testamento nos dice: “El que tenga oídos para oír, oiga “ el mensaje que hoy es predicado al mundo Las Buenas Nuevas de Salvación, antes de que sea demasiado tarde.
Escuchar los mensajes permite que el corazón entienda, se convierta y sea sanado. El rey David (2 Samuel 12) fue confrontado por medio del profeta Natán y habiendo escuchado el mensaje David se arrepintió de su pecado (Salmo 51), y Natán le transmitió un mensaje de perdón de Dios. Sin embargo, debido a este pecado, el hijo de David murió.
Recuerda la Biblia dice👉 Hebreos 3:15 «Si hoy escuchan la voz de Dios, no sean tercos, como aquellos israelitas que no quisieron obedecerlo.
¡Dios te Bendiga!
Pero aveces no reconocemos cuales son los mensajeros que Dios nos manda
ResponderBorrarComo reconocer cuáles son los mensajeros
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