Sexta Lección: Nadie puede compararse con Dios cuando de bendiciones se trata

 

Sexta Lección: Nadie puede compararse con Dios cuando de bendiciones se trata

Después que Job oro por sus amigos, Dios atendió, restauró, aumentó y bendijo.

Las palabras de Job habían maldecido el día de su nacimiento; se había sentido agraviado por el hecho de no morir cuando fue puesto en el pecho de su madre; no estaba tranquilo, no tenía paz. Este es  el mismo Job que es bendecido maravillosamente al final del libro por la gracia de Dios.

La gracia de Dios no depende de nuestras buenas obras. El libro de Job nos instruye en cuanto a la gracia. Cuando el Señor bendice a Job, no bendice a un hombre perfecto; bendice a un hombre imperfecto. Si Job hubiera sido perfecto, no se habría arrepentido. Si hubiera hablado la verdad no se habría retractado.

Es solo por su gracia que Dios nos bendice abundantemente.

Después de esto, Job vivió 140 años y vio a sus hijos y a los hijos de sus hijos, hasta cuatro generaciones.  Y murió Job anciano y lleno de años.

Job 42:16

 

Dios te Bendiga

Fuente: Job un hombre de Resistencia Heroica Pag 373-390 Charles Swindoll