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viernes, 11 de marzo de 2022

Fuego Consumidor


En Isaías 33 versículos 14 y 15 encontramos un pasaje de reflexión en forma de interrogante. El tema central gira en torno a la pregunta: ¿Quién de nosotros morara con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitara con las llamas eternas?

"Nuestro Dios es fuego consumidor" (He. 12:29). 

El púlpito a menudo declara que "Dios es amor", pero mantiene un silencio sobre el hecho igualmente cierto que Él es "fuego consumidor." 

El Dios del Antiguo Testamento es el Dios del Nuevo Testamento. Lean Deuteronomio 4, en el versículo veinticuatro, y allí encontrarán estas palabras: "Porque Jehová tu Dios es fuego consumidor, Dios celoso". Las mismas palabras describen al Dios del Nuevo Testamento.

Dios es inefablemente santo, y por lo tanto su naturaleza pura se enciende contra el pecado. Dios es inexorablemente justo, y por lo tanto Él visitará toda transgresión y desobediencia con "una justa retribución" (He. 2: 2). 

Dios tiene el mismo carácter como en los días de Moisés, y de David, y de los profetas. El Señor Dios que ha de ser servido por nosotros, incluso como nuestro Dios del pacto, es un "fuego consumidor". En amor Él es severamente santo, rígidamente justo. Oímos que hay gente que dice: "Dios, fuera de Cristo, es un fuego consumidor", pero esa es una infundada alteración del texto. El texto es "nuestro Dios", esto es, Dios en Cristo, es un fuego consumidor. "Nuestro Dios" quiere decir Dios en el pacto con nosotros; quiere decir que nuestro Padre Dios, nuestro Dios con quien estamos reconciliados, Él, nuestro Dios, es todavía un "fuego consumidor".

Una gran proporción de cristianos no cree en este Dios. Ellos profesan reverenciar a un Dios misericordioso, pero en el momento en que se predica Su justicia, se indignan; el Dios que es un fuego consumidor no es aceptado. 

Yo declaro muy solemnemente en este día mi fe en el Dios de los hebreos, que no pasará por alto de ninguna manera al culpable. El Dios de Abraham, y de Isaac, y de Jacob es el único Dios, y yo declaro en este día que Él es mi Dios. Jehová es el Santo de Israel, el Dios de toda la tierra será llamado Él. El que hirió a Faraón junto al Mar Rojo, el que destruyó a muchas naciones, y mató a reyes poderosos, es mi Dios, y yo creo en Él como el Dios y Padre de nuestro Señor y Salvador Jesucristo.

Cuando vayamos al Señor, al hogar de arriba, no temeremos Su presencia aunque sea un fuego consumidor. Aquellos a los que Él ha limpiado y emblanquecido, no tienen miedo de las llamas de Su santidad. ¿Recuerdan el bendito texto, "Quién de nosotros morará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?👉 El que camina en justicia y habla lo recto; el que aborrece la ganancia de violencias, el que sacude sus manos para no recibir cohecho, el que tapa sus oídos para no oír propuestas sanguinarias; el que cierra sus ojos para no ver cosa mala; éste habitará en las alturas."

Será la gloria de los que han recibido misericordia y verdad, que Dios sea su elemento; será su bienaventuranza vivir en el pleno esplendor de Su perfecta santidad. Ellos serán semejantes a su Señor, pues le verán como es. Todo lo que es santo soportará el fuego, y en cuanto a todo lo que está en nuestro interior que sea impuro, ha de ser consumido rápidamente. Por tanto, sirvamos al Señor con temor, pero no con terror, y que este servicio sea continuado en todos nuestros días.

Dios te Bendiga 

Fuente: Charles Spurgeon 

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