Quiero agradecer todos los comentarios y preguntas que he recibido, que me ayudan a seguir preparando contenido de edificación para sus vidas. Gracias también a las amigas 😀que han hecho evaluaciones del contenido que he publicado, sus palabras me animan y me llenan de gozo. La gloria sea para Dios quien es el que produce en nosotros tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad.Filipenses 2:13 RVR60
Hoy quiero
compartirles un versículo Bíblico que aprendí de forma práctica y trata de las
relaciones entre personas. Esta historia coincide con el tiempo en que comencé a
leer el Antiguo Testamento. Dice así la
palabra de Dios 👉Proverbios 27:17 NVI” El hierro se afila con el hierro, y el
hombre en el trato con el hombre”
Como todos
saben el hierro es un metal muy abundante en la tierra de color gris, muy duro
y denso. Muy raras veces se consigue libre y debe someterse a un proceso de
refinado para eliminar las impurezas. En los tiempos Bíblicos, había herramientas
hechas de hierro y por ejemplo un cuchillo se afilaba con hierro, y podía recuperar
su filo para cortar mejor, así surge esta comparación escrita por Salomón en
los libros de Proverbios.
El hombre
igual que el hierro pasa por un proceso de refinado, en el que va limando sus
asperezas a medida que se relaciona con otras personas, el resultado siempre es
aprendizaje, edificación y crecimiento. Cada persona que llega a tu vida, viene con un propósito, porque Dios es un Dios
de propósitos y planes.
Cuando mi hijo
comenzó a estudiar Quinto grado de primaria, yo estaba trabajando y no podía recogerlo
a la salida de la escuela, decidimos usar un transporte escolar y allí conoció dos
niños que eran vecinos del mismo edificio. Con el pasar del tiempo
desarrollamos una amistad y doy gracias a Dios que fueron los primeros
amigos de mi hijo en nuestra aventura en el extranjero.
Los padres
de los niños conocían muy bien las Sagradas Escrituras y las enseñaban a sus
hijos. Muchas veces compartimos relatos e historias bíblicas, pero era mucho
lo que yo desconocía y a veces no podía dar una respuesta porque era ignorante
del tema conversado.Entonces , tomé la determinación de comenzar a leer el Antiguo
Testamento. Confieso que en intentos anteriores me sentaba a leer y no comprendía
N A D A, que si caballos, que si guerras, que sí caballos de guerra…y cerraba la
Biblia y me decía ..no puedo, no comprendo nada.
Comencé a
orar y a pedir a Dios que me ayudara, fue una batalla difícil, pero Dios había determinado
el tiempo para que comenzara a leer el Antiguo Testamento y así poco a poco, comencé
a entender la lectura.
El vecino me miró un poco como si yo
estaba loca y eso terminó de confirmar las escrituras cuando dicen 2 Corintios
5:13 “Si parecemos estar locos es para darle gloria a Dios, y si estamos en
nuestro sano juicio, es para beneficio de ustedes”
Comprendí que iba por buen camino, que había
avanzado y que Dios respondía a mis oraciones
¡Dios te Bendiga!
No entendí lo del velo
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