Todo inicia con una semilla. Luego viene el proceso de crecimiento, para finalmente llegar al fruto. Se establece así el principio de causalidad y orden en la creación.
Gálatas 6:7-8 nos recuerda las dimensiones espirituales y eternas de la siembra y la cosecha. Sembrar para la naturaleza pecaminosa, o la carne, trae destrucción. Sembrar para el Espíritu trae vida eterna.
A menudo nos enfocamos en las recompensas temporales e inmediatas y olvidamos las advertencias de Dios acerca de que la vida va más allá de lo que comemos, vestimos, vemos, tocamos o sentimos.
Es en el mundo invisible, el de la realidad espiritual donde Dios nos instruye.
Cosecha en tu Relación con Dios
Dios no puede ser burlado. Nuestros caminos están a la vista del Señor; el examina todas nuestras sendas Pr 5:21 Dios es nuestro amigo o nuestro enemigo Santiago 4:4 Espiritualmente estamos fríos o calientes Apocalipsis 3:15-16 La tibieza no es una opción espiritual.
La desobediencia endurece el corazón hacia Dios. Sin arrepentimiento y fe estamos acumulando ira para el día del juicio.
Al contrario, sembrar devoción y anhelo por Dios y su Reino trae bendiciones espirituales que se expresan en toda la Sagrada Escritura.
Salmo 37:4👉Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón💗
Dios te Bendiga
Muy buen comentario y si es la preseprecencia de Dios que nos yena y nos alienta seguir hacia delante
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