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martes, 11 de mayo de 2021

Luchando con Dios

 


Luchar puede definirse como batallar o batirse dos o mas personas entre si para conseguir una cosa. Otra definición es: enfrentarse una persona con otra utilizando fuerza u otros medios, con el fin de vencerla.

En esta oportunidad quiero hacer referencia a dos  pasajes bíblicos. En el Antiguo Testamento la lectura de Genesis 32: 22-30 describe la lucha que mantuvo Jacob, con un hombre, que algunos comentaristas describen como una aparición especial; un ángel; Dios en forma humana; una figura de Jesús.

Debemos recordar que el nombre Jacob significa “timador, tramposo y astuto”. Según lo registran las Sagradas Escrituras, Jacob era lo suficientemente hábil, astuto e inteligente como para sentir  necesidad de confiar en Dios. Es por esta razón que Dios debía tratar en él, la autosuficiencia y el orgullo que provenían de una naturaleza carnal.

En este contexto se da una lucha que demoro hasta que rayo el alba. ¿Te imaginas   en una lucha con Dios intentando torcer su voluntad? Es probable que salgas con algunas consecuencias como las que tuvo Jacob, pues la Biblia registra que se descoyuntó el muslo mientras luchaba.

Si embargo, esta lucha le mostro a Jacob sus debilidades y el reconocimiento de la grandeza de Dios al ser derrotado. Él pensaba que el enemigo era su hermano, sin embargo, Dios le muestra que su mayor enemigo era su propia naturaleza carnal.

La bendición más grande que podemos recibir es la derrota de nuestro ego, autosuficiencia, orgullo, soberbia,  altivez y arrogancia que nos llevan a luchar con Dios y nos apartan de la pobreza de espíritu necesaria para alcanzar las promesas.

En el Nuevo Testamento Mateo 5:3👉 nos recuerda: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.

 

Dios te Bendiga🙏

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