En esta entrada damos una revisión de algunas
cualidades y actitudes de los ciudadanos del Reino.
Justicia Interior
El evangelio de Mateo 5:20 nos dice: Les
advierto a menos que su justicia supere a la de los maestros de la Ley
religiosa y a la de los fariseos, nunca entraran en el reino del cielo.
Algunas versiones utilizan para “justicia”
algunos sinónimos como: rectitud; superar a los maestros en hacer lo que es
justo ante Dios; cumplir la voluntad de Dios y ser obedientes.
Un espíritu de niño
Mateo 18:3 Y dijo: De cierto os digo, que, si
no os volvéis, y os hacéis como niños, no entraran en el reino de los cielos.
El hacerse como niños hace referencia a la sencillez,
la humildad. Para aquel entonces un niño era una persona sin importancia en la
sociedad judía, sujeto a la autoridad de sus mayores, una persona para cuidar,
no alguien a quien admirar. Un niño es sincero, espontaneo y desinteresado.
Arrepentimiento
El pasaje de Lucas 13:2-3 nos recuerda que es necesario
el arrepentimiento, el cual implica un cambio de vida, abandono de la mala
conducta, confesión de pecados, cambio de mente, cambio de rumbo y de estilo de
vida; sin regreso al camino antiguo.
Nuevo Nacimiento
Juan 3:5 Respondiendo Jesús: De cierto, de
cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar
en el reino de Dios.
Esta respuesta de Jesús a Nicodemo destruye la asunción
de que la identidad racial-su viejo nacimiento-le aseguraba un lugar en el
reino de Dios. Según la traducción esta frase "nacer de nuevo" se podría traducir
como “desde arriba”. Un termino teológico para esto podría ser regeneración.
Una nueva creación en Jesús. Se trata de una conversión radical por el Espíritu
de Dios.
Dios te Bendiga
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