Arrepentimiento

✔En el Antiguo Testamento arrepentirse hace referencia a lamentarse, cambiar de idea y en el sentido de volverse y retornar.

El termino lamentarse y cambiar de idea se atribuían a Dios, en particular, cuando el hombre se alejaba voluntariamente de la dirección y el cuidado de Dios y descubría que las consecuencias, determinadas por Dios por su mal proceder eran aún mayores. Sin embargo, la persona que se arrepiente, aun a última hora, y se vuelve nuevamente a Dios, encuentra un Dios de amor, de misericordia y no de juicio. Jeremías 18:8 

En el Antiguo Testamento vemos a un Dios benevolente, fiel a su pueblo aún cuando este le haya sido infiel; un Dios, en otras palabras, que se arrepiente del mal Éxodo 32:14; Deuteronomio 32:36

El llamado al arrepentimiento en lo que respecta al hombre, es un llamado para que vuelva a colocarse bajo la dependencia de Dios, a la que se debe por su carácter de criatura creada.

✔En el Nuevo Testamento, arrepentimiento significa cambiar de pensamiento, lamentar, sentir remordimiento. También implica hacer una transformación profunda, un cambio radical en la dirección de la vida de la persona y conversión o sea “volverse”.

Juan el Bautista exigía el Bautismo como esta expresión de arrepentimiento. El Bautismo viene a ser el acto decisivo de volverse de la antigua forma de vida y entregarse a la misericordia de aquel que ha de venir de nuevo a juzgar a vivos y a muertos. Mateo 3:2 ; Lucas 3:3 La parábola del Hijo prodigo es un ejemplo de la conversión radical que implica el arrepentimiento.

Arrepentirse significa que no tenemos ningún derecho ante Dios y que debemos entregarnos sin excusas o intentos de justificación a su misericordia.

Convertirse según Mateo 18:3 es llegar a ser como un niño, es decir, reconocer la propia inmadurez, la incapacidad de vivir alejados de Dios y aceptar una total dependencia de él.

El arrepentimiento viene a ser un don de Dios, siendo que como esta escrito Dios nos amó primero, sin embargo, también es responsabilidad del hombre.

La vida cristiana comienza con una entrega decisiva por medio del arrepentimiento en un acto de fe.

🔆Dios te Bendiga