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martes, 9 de marzo de 2021

Un Solo Mediador



En el estudio del Libro de Job, en su desesperación y depresión en la que se encontraba por los pesares que habían venido a su vida y en su anhelo de que Dios respondiera el por qué de tanto sufrimiento, encontramos un pasaje en el capitulo 9 versículos 32 al 35 que dice así en la versión NTV: 

Dios no es un mortal como yo, Por eso no puedo discutir con él, ni llevarlo a juicio

Si tan solo hubiera un mediador entre nosotros, alguien que pudiera acercarnos el uno al otro

Ese mediador podría hacer que Dios dejara de golpearme, y ya no viviría aterrorizado de su castigo

Entonces podría hablar con el sin temor, pero no puedo lograrlo con mis propias fuerzas.

Job se pregunta en este pasaje ¿Es posible tener un mediador que pudiera presentar mis necesidades delante de Dios ?

Estas palabras de Job demuestran porqué Dios lo llamo un hombre íntegro. Job sabía que no podía presentarse delante de Dios por si mismo, ya que el no era una Deidad, ni Dios era hombre para venir delante de Job.

En palabras de Campbell Morgan, en su libro Las respuestas de Jesús a Job se puede leer:

“El clamor de Job nace de una doble conciencia que lo domina en ese momento. La primera, la de la prodigiosa grandeza y majestad de Dios; y la segunda, la de su comparativa pequeñez. Esta no era la pregunta de un hombre que había echado a Dios de su vida y del Universo, y que estaba viviendo apenas a un nivel terrenal. Es mas bien el grito de un hombre que conocía a Dios, y que estaba abrumado por la percepción de su grandeza” 

Job clamaba por alguien que pudiera pararse autoritariamente entre Dios y el, para tener una manera de encontrarse, una posibilidad de contacto.

Si Job hubiera vivido varios siglos después hubiera gozado de la Buena Noticia…  ¡Hay un mediador!, escribe Pablo a su joven amigo Timoteo, refiriéndose a aquel que nos representa delante de Dios el Padre. Es Jesucristo, el Señor. 1 Timoteo 2:3-6 

Nadie viene al Padre sino por mi dice Jesús en el Evangelio de Juan 14:6 

En diferentes circunstancias de la vida, podríamos anhelar un mediador, alguien que pueda representar nuestra causa y abogar por nosotros. Hoy sabemos lo que Job no sabía. El mediador que el anhelaba no solo está vivo hoy, sino que está a nuestro alcance, listo para escuchar nuestra historia. El es el Redentor, su nombre es Jesús. Cualquiera que venga a él en busca de consuelo, lo hallara.


Dios te Bendiga 


Fuente: Job, un hombre de Resistencia Heroica Charles Swindoll Pag 124-128


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