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martes, 28 de diciembre de 2021

Poner a Dios en primer lugar

 

Quizás te  ha pasado que te sientas estresado, vives constantemente angustiado  y piensas  que las cosas no están saliendo bien, que el tiempo no te alcanza  para  realizar todas las actividades  del día, bien sea las labores del trabajo, del hogar, el cuidado de los hijos o la pareja.

A mi también me pasó y cada día  sentía que se me agotaban las fuerzas, que no podía más, no dormía bien y me sentía muy preocupada, por ello comencé a orar más frecuente y fervorosamente, buscando paz y quietud dentro de mí.

En una oportunidad escuche a un pastor decir: Pon a Dios en primer lugar y te llevará a lugares que nunca soñaste.

 Así que un buen día comencé a poner en práctica esa enseñanza y descubrí la importancia de dar prioridad a Dios antes que nada en todo lo que hacía, comunicarme con el  al inicio del día, antes de comenzar  las actividades diarias, no en forma rápida para luego poder atender otras cosas, sino dedicar un tiempo exclusivo, sin apuro y verdaderamente enfocada en Dios.

Decidí cada mañana dedicarle al menos 10 minutos a Dios.

Cada día antes de empezar mi rutina, en la quietud y el silencio de la mañana traigo a Dios a mi pensamiento, hago una oración sincera desde mi corazón, lo honro reconociendo su presencia en mi vida, su grandeza, su bondad, su poder, le expreso que lo amo, lo necesito y que nada puedo hacer sin el. 

Le agradezco un día más de vida, con salud, con familia, amor y tantas bendiciones que me concede, entendiendo que aún atravesando adversidades siempre hay algo que agradecer.

Proverbios 16.3

Encomienda a Jehová tus obras y tus pensamientos serán afirmados

Lo mejor que podemos hacer al inicio de cada día es poner en las manos de  Dios nuestros proyectos, encomendárselos para que se realicen con bien.

 Y si en el camino  encontramos adversidades, él nos permitirá salir victoriosos, aprender de lo vivido y siempre ver el lado positivo que nos dejó.

 Entendí la importancia de buscarle de madrugada, de mañana, no empezar el día sin él para que me de su protección, su guía y dirija mi  vida, dándome sabiduría para tomar  decisiones.

 Salmo 5:1-3

Escucha, oh Jehová, mis palabras, considera mi gemir. Esta atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío, Porque a ti oraré.

Oh Jehová, de mañana oirás mi voz. De mañana me presentaré delante de ti y esperaré.

 Invertí el orden de mis labores diarias,  ahora lo más importante para empezar mi día no es arreglarme rápido para llegar a tiempo al trabajo o preparar el desayuno, o llevar a mi hija al colegio, sino que mi prioridad es Dios, porque antes también oraba, pero lo hacía muy rápido al despertar o a cualquier hora que pudiera , cuando me estaba vistiendo o cuando estaba en el tráfico.

Hoy puedo decir que a partir de ese día comencé a experimentar una mayor paz,  tranquilidad y optimismo para vivir  mi vida, pues depositando mi confianza en él me siento protegida, ya no veo las cosas igual, me siento más serena y si las cosas no salen como quiero o no me alcanza el tiempo para algo que debía hacer, ya no pierdo mi serenidad, confío en Dios  y se que sus planes son mejores que los mios y lo agradezco,  se que todo es conforme a su propósito y que él esta en cada circunstancia de mi vida, esta cerca de mi en las dificultades y en los momentos felices.

Me he dado cuenta que poner mis caminos en manos de Dios me llena de energía, optimismo, fe  y confianza.

Hoy te invito a que no esperés ni un día más y comiences a poner a Dios en primer lugar.


Articulo publicado con la colaboración de @mayrayanira412

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