Isaías 53:5
dice “Mas el herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el
castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
La palabra “curados”, no solo se refiere a nuestra sanación física, sino también
a nuestra restauración. Israel recibiría
sanación y restauración a través del sufrimiento y la labor de Jesús, el Mesías.
Cuando Dios
sufrió y murió en la cruz, no murió solo para que fuéramos al cielo en vez de
al infierno, sino para que pudiéramos ser curados y restaurados. Murió para que
pudiéramos tener vida, y tenerla en abundancia mientras estemos aquí en esta tierra.
Dios no quiere que estemos destruidos, estropeados, confundidos, deprimidos y
tristes. El no quiere que nuestra vida sea un infierno mientras estemos aquí,
sino que un día vayamos al cielo.
Dios quiere
que tengamos vida, y que la tengamos en abundancia; el quiere sanarnos y
restaurarnos.
El mensaje
de la palabra de Dios es:
★Estoy aquí para
restaurarte y devolverte los años que las langostas han devorado.
★Nunca más serás
rechazado
★No quedaras
en ruinas
★Vendrás a
mi y yo te aceptaré
El plan de
Dios para nuestras vidas es que sepamos que podemos ser totalmente aceptados
por el a través de su hijo.
Bendiciones
Fuente: Destruya el Espíritu de Rechazo. John Eckhardt Página 18